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Brezo o Calluna vulgaris: propiedades y usos

La Calluna vulgaris, más conocida como brecina, biércol o brezo, es un arbusto enano natural de Europa, norte de África y América.


Esta planta es muy apreciada por su preciosa floración y su alto grado de resistencia. De hecho, le encantan los suelos estériles y ácidos. El brezo no es un árbol, sino un arbusto de hoja perenne que comparte familia, Ericaceae, con otros brezos del género Erica.


En España está prácticamente extendida por todo el territorio, a excepción de las Islas Baleares.


Características de la Calluna

El mal llamado árbol de Brezo puede vivir tanto en zonas a nivel del mar como en terrenos a 2.500 metros de altura. Tiene muy pocas exigencias en cuanto a la riqueza del suelo, por eso, cuando nace en un bosque, se sabe que el suelo es realmente pobre.


Posee unas hojas muy pequeñas, de apenas 2mm y color verde intenso. Cuenta con una gran ramificación que le permite crecer tanto de forma erecta como rastrera, a nivel del suelo.


Por su parte, sus flores son sin duda su mayor atractivo. Curiosamente su floración tiene lugar en verano y aguanta hasta finales de otoño, a diferencia de muchas otras especies con flor. Por este motivo, no es de extrañar que sea una fuente de alimentación muy importante para las abejas. Debido a su floración tardía, el brezo les asegura el alimento cuando todas las demás flores ya han perecido.


Las flores de la Calluna vulgaris pueden variar desde blancas o amarillas hasta rosas o rojas, pasando por el púrpura. Este último color es seguramente el más conocido.


Propiedades del brezo

La Calluna vulgaris, al igual que muchas otras plantas como la acacia o el tomillo borriquero, es una planta considerada como medicinal.


Gracias a su alto contenido en flavonoides, la planta de brezo contribuye a mejorar nuestro sistema renal. Sus propiedades diuréticas y antiinflamatorias (arbutóxido) pueden ayudar a evitar infecciones y bacterias alojadas en nuestra orina.


Sus aceites esenciales tienen una función calmante en el sistema anímico y nervioso de las personas, por lo que están indicadas para tratar la ansiedad.


Por otra parte, el pseudo-árbol de brezo contiene varias sustancias naturales muy útiles en la prevención y tratamiento del cáncer. Estas sustancias son los triterpenoides y los compuestos fenólicos, como los famosos taninos. Estos últimos tienen un amplio abanico de efectos biológicos, entre los que destaca aumentar los niveles de vitamina C. A nivel intracelular, aumentan la capacidad de nuestras células para bloquear radicales libres y la degradación del colágeno de la piel.
Además, la calluna interviene evitando la síntesis de compuestos productores de inflamación y alergias, como son las histaminas, prostaglandinas y los leucotrienos. Pero eso no es lo único que hace a nivel inmunológico, sino que su capacidad antioxidante es 50 veces mayor que la de las vitaminas C y E.


Miel de brezo: propiedades y beneficios

Una de las formas más sanas y sencillas de consumir la Calluna vulgaris es a través de la conocida miel de brezo. Sus propiedades son prácticamente las mismas que hemos mencionado para la planta de brezo en sí.


La Calluna es una planta melífera, es decir, que tiene un atractivo especial para los polinizadores. La simbiosis que existe entre este tipo de plantas y, por ejemplo, las abejas, se debe principalmente a la cantidad y riqueza de su néctar. Además, hay que tener muy en cuenta que, debido a su floración tardía en la Península, es una fuente de alimentación segura para las colmenas de abejas. Por lo que la miel de Brezo es fácilmente cultivable y supone un alimento muy beneficioso para la salud.


Es conocida su influencia positiva en el sistema digestivo. La miel de Brezo facilita la digestión y contribuye a mejorar nuestra flora intestinal. Consumida de manera habitual, mejora la absorción de nutrientes y la eliminación de toxinas.


Otros usos del brezo

Además de servir como planta medicinal y como alimento, no sólo gracias a la miel de brezo, sino también como especie aromática en muchas recetas. El brezo tiene un gran atractivo ornamental.


Al tratarse de un arbusto no muy grande, con un follaje muy denso y unas flores tan atractivas, el brezo es una gran elección para la decoración de muchos jardines o exteriores. Si a eso le añadimos su poca exigencia en cuanto al suelo y su altísima resistencia a la climatología adversa, nos encontramos con una planta muy agradecida para este fin.


Es tal su dureza que antaño era utilizada para fabricar escobas. A día de hoy, todavía existe algún artesano que las sigue fabricando. Así las cosas, no parece extraño que su denominación científica, Calluna vulgaris, derive de los términos Kallune, en griego, y vulgaris, en latín. El primero de ellos significa “limpiar, cepillary el segundo se refiere a algo común. Y no sólo eso, sino que el significado de la palabra Brezo, que proviene del griego, es «barrer».


A lo largo de su historia, el brezo también ha sido utilizado para crear cestos, proporcionarles un lecho a los animales e incluso proteger los tejados de las casas. En la actualidad, las vallas de brezo para ocultación son todo un reclamo. Incluso las sombrillas de brezo tienen también una gran acogida por el alto nivel de ocultación que ofrecen, su precio moderado y su estética.

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