La mosca del olivo o Bactrocera oleae

La mosca del olivo o Bactrocera oleae, como es conocida científicamente, es una especie de díptero que pertenece a la familia de Tephritidae. Debe su nombre al hecho de que sus larvas se alimentan principalmente de la pulpa de las aceitunas u olivas.

 

Podríamos decir que es considerada una de las plagas más importantes del olivo, ya que los daños que provocan a los cultivos pueden llegar a ser cuantiosos.

 

Características de la Bactrocera oleae

La mosca del olivo está presente prácticamente en las mismas zonas que la especie arbórea del mismo nombre. Por este motivo, es posible encontrarla en el norte, sur y este de África, Islas Canarias, India, Asia Occidental y Europa mediterránea.

 

El huevo de la Bactrocera oleae es alargado con un tamaño medio de entre 0,7 y 1,2 milímetros. Además, presenta un pequeño tubérculo que contribuye a la respiración del embrión. Por su parte, la larva que, como la mayoría de ellas, carece de patas, pasa por tres estadios diferentes. Una vez madura, la larva alcanza un tamaño medio de 6 milímetros. En la fase de pupa, la larva se desarrollará dentro de un pupario. Este se origina a partir de la transformación del exuvio de la última muda de la larva. El tamaño en este momento decrece hasta los 4 milímetros de media.

 

Finalmente, los adultos, que miden de 4 a 5 milímetros de longitud, pueden ser fácilmente distinguibles de otras especies por la mancha negra presente en el ápice de sus alas. La coloración general de los adultos es de un tono pardo rojizo o anaranjado sobre placas negras. Este rasgo es distintivo permitiendo su diferenciación de otras especies, como la mosca de la fruta.

 

Ciclo biológico de la mosca del olivo

Las hembras de mosca del olivo ponen huevos, una vez que la aceituna ha alcanzado un tamaño de 7 a 8 milímetros. Para ello, perfora el fruto con su oviscapto y deposita un único huevo bajo la piel de la aceituna. Resulta muy característica la forma triangular, debido a un efecto óptico, que deja este insecto cuando realiza la incisión. Para distinguir el tiempo de cada picadura, podemos fijarnos en el color que presenta. Si estamos ante una picadura nueva, ésta será verde oscuro. Mientras que, si la incisión es más antigua, será de color marrón amarillento.

 

La eclosión de los huevos se produce en distintos tiempos según la estación en la que nos encontremos. Será de unos 2 o 3 días en verano y hasta un máximo de 10 días en otoño. La larva, según nace, excava una galería hasta el interior del fruto (hueso). En ese transcurso se sucederán dos mudas. Llegado el momento de la tercera muda, la larva de la mosca del olivo se irá aproximando hasta la superficie del fruto para preparar el orificio de salida al exterior. Hasta que llegue el momento, la larva se quedará bajo una fina capa de piel del fruto. Posteriormente, saldrá del mismo empujando y rompiendo esa fina epidermis.

 

A finales de otoño e invierno, en cambio, el comportamiento de la larva varía de forma importante. En ese caso, la larva saldrá del fruto y se dejará caer al suelo, dónde pasará su fase de pupa en espera de la próxima primavera.

 

Daños de la Bactrocera oleae

mosca del olivo tratamiento

Los adultos de mosca del olivo se alimentan principalmente de sustancias azucaradas, como las melazas. Un ejemplo de esta sustancia natural es la producida por los pulgones, también conocida como mielecilla. Esto, a priori, no es ninguna amenaza para los cultivos. El problema real viene con las larvas de la mosca del olivo, que se alimentan, como hemos dicho, de la pulpa de las aceitunas.

 

Podemos decir que este insecto produce dos tipos de daños:

 

Cuantitativos: producidos en mayor medida por las larvas de segundo y tercer estadio que se alimentan de grandes cantidades de pulpa del fruto. Esto produce una disminución enorme del rendimiento en la obtención de aceite. Los frutos afectados caer de forma prematura, mucho antes de su maduración. En el caso de las aceitunas de mesa, las picaduras influyen en la depreciación del producto.

 

Cualitativos: producidos en mayor grado por las larvas de tercer estadio. En este punto, las aceitunas producen un aceite de menor calidad. Suelen presentar una acidez, presente como ácido oleico, de entre el 2% y el 10%, según el nivel de infectación. Además, debido a que el índice de peróxidos es más elevado, estos aceites tienen una menor capacidad de conservación. Existe un segundo problema secundario asociado a la presencia de las larvas en los frutos. Los excrementos y restos que van dejando en el interior de las olivas suelen ser el caldo de cultivo perfecto para otros hongos.

 

Tratamiento contra la mosca del olivo

El mejor insecticida para la mosca del olivo es con toda seguridad la deltametrina al 2,5 %, también efectiva contra pulgón. Este insecticida actúa por contacto e ingestión, lo que amplía sobremanera su efectividad.

 

Las trampas para mosca del olivo están dirigidas únicamente frente a los individuos adultos. Además, debemos tener en cuenta que el grado de infectación debe ser relativamente bajo, ya que de lo contrario este tratamiento no resultaría efectivo. Para ello debemos tener entre un 1% y un 2% de aceituna picada. Estas trampas suelen incorporar un inseciticida con proteína hidrolizada, que actúa como cebo. Debido a la alimentación de los adultos, a base únicamente de sustancias azucaradas, estos tienen que buscar el aporte de proteína necesario.

 

Si lo que necesitas es un tratamiento natural para la mosca del olivo porque has optado por un tipo de agricultura ecológica tus posibilidades serán otras. En estos casos, puedes emplear trampas para mosca del olivo con piretrinas naturales.

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