tuta absoluta

Tuta absoluta o polilla del tomate

Tuta absoluta es el nombre científico que recibe la temida polilla del tomate. Sin embargo, este no es el único nombre con el que podemos referirnos a ella. Polilla perforadora, cogollero del tomate, gusano minador del tomate o minador de hojas y tallos de la papa son algunos de los nombres que recibe esta polilla, responsable de la pérdida de muchos cultivos.

 

No es casualidad el nombre de Tuta absoluta, ya que los daños que producen suponen la destrucción total de las plantas afectadas. Aunque es muy conocida en el sector hortícola por su acción en las tomateras, también pone en riesgo los cultivos de patatas y demás solanáceas. De hecho, incluso la berenjena es considerada como un huésped potencial de este insecto.

 

Características de la Tuta absoluta

Esta especie de polilla de pequeño tamaño apenas alcanza los 10mm en fase adulta. Al igual que todos los lepidópteros, posee un par de alas del mismo color tierra que su cuerpo. La Tuta absoluta presenta diminutas motas de color blanco y negro salpicadas por toda su extensión, incluidas las antenas (más largas en los machos).

Mientras que la esperanza de vida de una hembra de Tuta absoluta es de 10 a 15 días, los machos no suelen superar los 6 o 7 días. El ciclo total de vida de la polilla perforadora es de 29 a 38 días, en función de las temperaturas. Este aspecto es muy importante en el desarrollo de este insecto, que no soporta las temperaturas frías. Tampoco suele encontrarse en zonas que superen los mil metros de altura.

 

En cuanto a su origen y expansión, ésta proviene del Sur de América, dónde actualmente está muy extendida; Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela son algunos de los países donde su presencia es mayor. Pero esta plaga ha logrado llegar a otras partes fuera del continente.

 

En el caso de España, su primera aparición tuvo lugar en el año 2007, en un invernadero de tomates situado en la comarca de Torreblanca en Castellón. Su hallazgo en nuestras tierras fue algo confuso al inicio, porque se habían detectado daños el año anterior en algunos cultivos que fueron erróneamente imputados a otra especie de similares características a la Tuta absoluta: polilla de la patata o Phthorimaea operculella.

 

Daños de la polilla del tomate

fruta tuta absoluta

Esta especie de polilla es bastante ambiciosa y no se conforma con una parte específica de la planta. Las larvas de Tuta absoluta penetran en los frutos, las hojas e, incluso, los tallos en busca de alimento. El principal daño es evidente: galerías y perforaciones que permiten la entrada de patógenos secundarios portadores de otras enfermedades.


Los frutos son víctima de la polilla perforadora desde su formación, a diferencia de lo que ocurría con la especie de mosca de la fruta Drosophila melanogaster, que se siente atraída y es capaz de detectar el olor de la fruta podrida a mucha distancia. Las hojas en cambio sólo sufren daños en el tejido del mesófilo, dejando intacta la epidermis. Ese tejido constituye literalmente la cara intermedia entre el haz y el envés de una hoja. Por su parte, los tallos son atacados en toda su extensión y las galerías que forman las larvas inciden directamente en el desarrollo de la planta.


Dado que los ejemplares adultos sólo se alimentan de néctar y la savia de las plantas no suelen producir daños relevantes. Además, su actividad se limita a las horas posteriores a la puesta de sol, ya que son insectos de hábitos nocturnos.


Ciclo reproductivo de la Tuta absoluta

Uno de los principales problemas que plantea esta plaga es su alto nivel reproductivo. Alcanzan las 10 o 12 generaciones por año, casi a una media de una al mes.


Este ciclo comienza con la puesta de huevos de la hembra, que suele poner 40 a 50 huevos en su vida. Se han dado casos en los que esa puesta se ha incrementado hasta los 250 huevos. La hembra habitualmente realizará la puesta de manera aislada en el anverso de las hojas, aunque no es imposible encontrar huevos en otras partes aéreas de la planta.


Eclosionados los huevos, las larvas pasarán por cuatro estadios o etapas diferentes hasta alcanzar un tamaño aproximado de 7,5mm. De color verdoso, las larvas buscarán un lugar adecuado para convertirse en pupa. Esto pueden hacerlo directamente en el suelo, sobre la superficie de las hojas o aprovechar las propias galerías construidas. Superada la fase de pupa, el ejemplar adulto de Tuta absoluta emprenderá el vuelo en busca de plantas de las que alimentarse para comenzar un nuevo ciclo.


Tratamientos contra Tuta absoluta

Una de las formas de control más eficaces hasta la fecha es el empleo de una feromona de Tuta absoluta. Este mecanismo consiste en colocar trampas impregnadas de feromonas sexuales capaces de atraer a los machos de la polilla del tomate para su eliminación. Si una vez puesta la trampa no se captura ningún insecto, no debemos temer la potencial existencia de una plaga.


Dentro del control biológico tenemos a nuestro alcance diversas modalidades: microorganismos u hongos entomopatógenos (capaces de producir una enfermedad letal a la Tuta absoluta) o el empleo de insectos parásitos y depredadores. Dentro de estos últimos contamos con Macrolophus caliginosus y Nesidiocoris tenuis.

Todo ello sin olvidar que podemos optar por la vía rápida y emplear un insecticida para Tuta absoluta u otros fitosanitarios autorizados que han resultado eficaces. Aunque si buscas una opción ecológica para tu cultivo no debes pasar por alto la combinación de aceite de Neem con jabón potásico.


Existen algunos estudios que han identificado una alta resistencia en algunas variedades de tomate que presentaban un alto contenido en Zingibereno. Este compuesto químico es exudado por los tricomas glandulares de sus hojas y se encuentra en mayor medida en el aceite esencial de jengibre y cúrcuma. Es capaz de crear un efecto conocido como “no host” en las tomateras, resultando poco atrayente y haciendo que la Tuta absoluta pierda el interés por esas plantas.

Scroll al inicio