aethina tumida o pequeño escarabajo de la colmena

Aethina tumida o pequeño escarabajo de la colmena

La aethinosis o etinosis es una enfermedad que afecta a las colmenas y es producida por el escarabajo Aethina tumida. Este pequeño escarabajo es originario del país africano, concretamente de la región subsahariana. Sin embargo, gracias a la apicultura, ha logrado extenderse por Norteamérica, Australia y Europa.


A pesar de su expansión a Europa, sólo se han detectado dos casos de Aethina tumida. El primero de ellos tuvo lugar en el año 2004 en Portugal. Localizadas las dos larvas de escarabajo procedentes de unas cajas de reina de dos colmenares que provenían de Tejas – USA, fueron notificadas y correctamente erradicas. La segunda vez tuvo lugar en Italia en el año 2014, sin origen conocido. Desde entonces se han detectado en Italia: 61 focos ese mismo año, 29 focos en 2015 y 1 foco en 2016. Actualmente, no ha alcanzado España ni ningún otro país europeo.


El Aethina tumida puede provocar serios daños en las colmenas de abejas europeas. En cambio, en las colmenas africanas tan sólo produce una reducción de los niveles de polen y miel almacenados.


Características de Aethina tumida

El escarabajo de la colmena posee una forma aplanada con una longitud que varía entre los 5 y 7 mm de largo y 3,2 mm de ancho. Este parásito de color rojizo tras la fase de pupa, acaba obteniendo una coloración negruzca en su fase adulta.

Las larvas de Aethina tumida pueden ser confundidas con las de la polilla de la cera, aunque mantienen una serie de diferencias significativas:


– Son más duras y resistentes,

– Cuentan con espinas dorsales y tres pares de patas en la parte superior. En cambio, las de la polilla de la cera poseen patas a lo largo de todo su cuerpo.

– Las larvas de este escarabajo no tienen fotofobia por lo que no realizan galerías de hilos sedosos para esconderse.

En su fase adulta, su cabeza está adornada por dos antenas en forma de mazo.


Ciclo de vida del escarabajo de la colmena

Este parásito experimenta una metamorfosis completa compuesta de las siguientes fases:


Huevo: la hembra realiza una puesta de huevos en el plazo de 2 a 4 días. Los huevos miden 1,4 mm de largo por 0,26 mm de ancho y son de color blanco. A diferencia de los huevos puestos por la abeja reina, estos son algo más pequeños.

A lo largo de toda su vida, la hembra de Aethina tumida puede llegar a poner hasta 1.000 huevos.


Larva: después de 3 a 6 días, cuando las condiciones ambientales rondan los 28-30ºC y la humedad ambiente es de un 50%, nacen las larvas, que se alimentarán del miel, polen y crías de abejas presentes en la colmena.


Pupa: las larvas que alcanzan su desarrollo completo, salen de la colmena para excavar pequeños agujeros donde enterrarse para pasar al estadio de pupa. Inicialmente estas pupas son de color blanquecino, tornándose cada vez más oscuras a medida que alcanzan su edad adulta.


Habitualmente, las larvas no suelen enterrarse a una distancia superior a 1,80 metros desde la colmena infestada. La conversión en pupa tiene una duración que se extiende entre las 2 y las 12 semanas, en función de la temperatura y la humedad.


Adulto: una vez alcanzada su fase adulta, el pequeño escarabajo de la colmena emerge de la tierra en busca de una nueva colmena a la que acceder para reiniciar el ciclo. Su esperanza de vida ronda los 6 meses.


La metamorfosis completa tiene una duración aproximada de 38 a 81 días, según se den las condiciones óptimas comentadas.

Síntomas de Aethina tumida

La forma más sencilla de detectar la presencia de etinosis es realizando una revisión periódica de nuestras colmenas. En primer lugar, la Aethina tumida adulta se puede encontrar al fondo de la colmena, mientras que las larvas pueden localizarse tanto al fondo como en los propios cuadros, donde se alimentan.


La temporada de mayor actividad para este parásito es el verano, pudiendo llegar a darse hasta cinco generaciones.

Además de la presencia del propio escarabajo, en caso de sufrir etinosis nuestras colmenas presentarán miel fermentada vertida, con olor a naranja mohosa.


Como suele ocurrir con otras enfermedades (varroa o loque), en caso de que la infestación haya alcanzado un cierto nivel de gravedad, el enjambre podría abandonar las tareas de limpieza para trasladar su núcleo a otro lugar más seguro.


Tratamiento contra la Aethina tumida

Existen ciertos mecanismos que permiten aislar a los individuos del escarabajo en el interior de las colmenas. Se tratan de unos excluidores que cuentan con unas ranuras de 4 mm que permiten el paso del parásito, pero no de la abeja, que necesita un diámetro de 4,5 mm.


En caso de ser necesario se procederá a la erradicación de las colmenas bajo la supervisión del veterinario del apiario. Lo más común es hacerlo mediante el empleo de anihídrido sulfuroso, por ser el medio más efectivo, barato y menos cruel. Una vez vaporizada la colmena, las abejas morirán en cuestión de segundos.


Es importante tener presente que la presencia de Aethina tumida es una enfermedad de declaración obligatoria. El apicultor deberá notificarlo a su veterinario, quien lo pondrá en conocimiento de los Servicios Veterinarios Oficiales de la Comunidad Autónoma para su confirmación.

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