El tagetes, también conocido por clavel del moro, es un género de plantas perteneciente a la familia de la margarita. Aunque ese no es el único nombre con el que es conocida esta variedad de planta. Algunos de estos nombres son clavelón africano, clavelón de la India, clavelón, claveles de las Indias, rosa de la India, clavel chino, damasquino, damasquina, clavel de China o clavel turco.
El género de los Tagetes es propio del continente americano, estando dispersas desde México hasta Perú. En total son unas 151 especies, de las cuales sólo 41 han sido aceptadas como variedad.
Tagetes erecta
El Tagetes erecta, conocido coloquialmente como tagete, es una especie nativa de México. Sin embargo, está extendida en casi todo el mundo donde los climas alcanzan temperaturas elevadas y la humedad es relativamente alta. Por este motivo podemos encontrarla de marzo a junio en España para su comercialización. Es lo que se conoce como una planta de temporada, ya que, finalizado ese periodo, la planta no es capaz de soportar la climatología adversa.
Es una variedad bastante grande cuya altura varía entre los 30 y los 70 centímetros. Sus flores, de gran tamaño también, suelen presentar colores puros que van del amarillo al naranja. Esta variedad requiere una plena exposición al sol para poder crecer en abundancia y dar rienda suelta a su belleza. Las flores de tipo pompón rizado recuerdan a las del clavel, aunque las del Tagetes erecta desprenden un olor ciertamente particular.
Como muchas otras especies de este género, el T. erecta suele ser base de alimentación de la araña roja, la mosca blanca, el pulgón o los trips.
Tagetes patula
Esta especie procede de los países de México y Guatamela, aunque como el Tagetes erecta, el Tagetes patula también puede ser encontrado en España. Aunque también es una planta de tipo anual, en aquellos países en los que no hay heladas, son capaces de aguantar varios años.
Como buena planta tropical, el Tagetes patula no resiste la sequía y requiere un riego abundante de forma constante. Esta variedad es algo más pequeña que el Tagetes erecta, alcanzando sólo los 40 o 50 centímetros de altura. Sus flores también son algo más pequeñas. Esta planta es polinizada por los insectos y, especialmente, por los sírfidos.
En la actualidad está siendo estudiada por sus posibles propiedades medicinales. Entre ellas destacan las propiedades micóticas o su aplicación para el tratamiento contra la candidiasis.
Tagetes minuta
Esta variedad de Tagetes es también llamada chinchilla y suico. De origen americano, concretamente del sur de Sudamérica, así como de los países andinos (Bolivia, Chile, Ecuador, Perú) y en parte del Paraguay y Argentina. Sin embargo, en la actualidad el Tagetes minuta ha llegado a Norteamérica, Europa, África, Asia y Oceanía, donde es considerada una planta invasora que puede, incluso, llegar a producir reacciones alérgicas en los agricultores.
El Tagetes minuta puede superar los dos metros de altura y sus flores nada tienen que ver con las de sus compañeras de género. Esta planta aromática desprende un fuerte olor. De hecho, esta variedad es el elemento base de muchas recetas latinoamericanas como la pachamanca o la crema de huacatay. Este fuerte olor también hace que sea especialmente efectiva como repelente de insectos.
Tagetes tenuifolia
El Tagetes tenuifolia o flor de muerto, como también es conocida esta especie, es originaria del continente americano. Tanto sus hojas como sus flores desprenden un fuerte aroma, por lo que es muy empleada en la gastornomía de la zona. Es muy característico el olor a limón de sus hojas.
Su denso follaje se encuentra salpicado de una aún más densa floración. El Tagetes tenuifolia presenta una gran cantidad de pequeñas flores amarillas con pequeños detalles naranjas en sus pétalos.
Cuidados del Tagetes
De forma general, los cuidados serán los mismos para el Tagetes erecta, el Tagetes patula, Tagetes minuta y Tagetes tenuifolia. Todas estas especies tienen unas características similares por lo que sus exigencias también son bastante parecidas.
En primer lugar, esta planta debe estar siempre a plena exposición solar. Un déficit de sol puede llevar a la planta de Tagetes a no producir flores o a hacerlo con colores pálidos y apagados. En cuanto al suelo, necesitas suelos ricos y frescos, por lo que será necesario realizar un abonado en época de floración.
Los Tagetes tienen unas altas necesidades hídricas, así que tendremos que regalarlos entre dos y tres veces por semana. Esto se debe, en parte, a que sus raíces son muy compactas y tienen serias dificultades para retener la humedad. La mejor forma de saber si necesita agua es fijándonos en su colocación. Si está inclinado significa que está falto de agua. En cambio, si el Tagete está perfectamente recto, el riego recibido es el adecuado.
Por último, aunque no por ello menos importante, debemos hacer mención de su idoneidad para ser plantado junto a otras variedades hortícolas. El motivo es que sus raíces producen una sustancia, llamada tiofeno, que ahuyenta los nematodos, es decir, los gusanos y a las hormigas.