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¿Para qué sirve el propóleo?: propiedades y beneficios

La palabra propóleo tiene su origen en el término griego πρόπολις, cuya traducción al castellano es propolis. Pero ¿qué es el propóleo? Se trata de una sustancia, muy similar a la resina de los árboles, producida por las abejas. Para ello, las abejas elaboran una mezcla pegajosa a base de resinas, aceites esenciales, polen, cera de abeja y otras sustancias de origen natural.

 

Precisamente por esto, las únicas abejas encargadas de su producción son las pecoreadoras, ya que son las únicas que visitas los árboles de los que obtienen parte de su composición. Algunos de los ejemplares que facilitan su preparación son los abedules, las encinas o los castaños.


¿Para qué sirve el propóleo?

Lo primero que debemos saber es que el propóleo tiene una utilidad muy importante en la vida de la colmena.

Antiguamente se consideraba que su función era únicamente la de proteger la colmena de los elementos.

Sin embargo, la realidad va mucho más allá. Con el propóleo las abejas logran aislar eficazmente su hogar, evitando la entrada no sólo de otros insectos o depredadores, sino también del frío o la lluvia. Esta última función es probablemente la más importante, ya que un descenso en la temperatura de la colmena abriría la entrada a enfermedades como la nosemosis.


Al igual que la jalea real, el propóleo es un recurso muy escaso y de alto valor procedente de la colmena. Tanto es así que una colmena puede llegar a producir hasta 300 gramos de propóleo en un año. Aunque lo más habitual es que apenas se produzcan 50 gramos por año. La cantidad producida varía según la ubicación de la colmena y la raza de abeja en cuestión: apis mellifera.


Propiedades del propóleo

El propóleo no sólo es importante y beneficiosos para las abejas, también lo es para los humanos. Conocer su composición química nos ayudará a entender los beneficios que el propóleo nos puede aportar:


  • Carburos de hidrógeno
  • Lípidos
  • Alcoholes
  • Aldehídos y ácidos
  • Flavonoides como la risina (1-3 dioxiflavona) y la galangina,
  • Pinocembrina
  • Quetonas
  • Vitaminas
  • Cumarinas, presentes también en el Matalauva.
  • Terpenoides.

Todo esto le otorga al propóleo propiedades antisépticas y cicatrizantes profundamente contrastadas desde hace años. Pero estas no son las únicas; también posee propiedades antiinflamatorias y anestésicas, antivirales y bactericidas. Estas últimas gracias a su contenido en galangina y pinocembrina.


Existen otras líneas de investigación que aseguran que el propóleo tiene una función fitocida, lo que significa que mata a las plantas. Esto es especialmente útil para evitar la germinación de las semillas o la proliferación de los hongos.


Beneficios del propóleo

Los usos que le podemos dar al propóleo se sustentan sobre la base de las infinitas características positivas que acabamos de describir.


En primer lugar, es especialmente útil para el tratamiento y curación de heridas y quemaduras, acelerando su cicatrización. Puedes mejorar, y en algunos casos curar, también algunas patologías de la piel como el eccema, la psoriasis, los sabañones o las verrugas, entre otros.


En segundo lugar, si se realizaran tratamientos de inhalación de propóleo podrían aliviarse los síntomas de afecciones de las vías respiratorias, como la faringitis o la bronquitis. Pero también es recomendado para tratar llagas en la bronca o problemas de garganta.


Lo más habitual es que se utilice por medio de ungüentos o pomadas. Aunque también es posible encontrarlo en jabones o dentífricos y cosméticos. En los últimos años cada se ha ido popularizando más su consumo en gotas o jarabe de propóleo y equinácea. Esta última es un género de plantas que comprende unas 60 a 100 especies; todas ellas de origen norteamericano.


Tintura de propóleo

Pues bien, esta preparación líquida es conocida bajo el nombre de tintura de propóleo. Su elaboración, aunque sencilla en cuanto a los pasos a seguir, requiere de unos conocimientos elevados en su procesado.


Para obtener la tintura de propóleo debe hacerse como extractos alcohólicos, cuya concentración varía entre el 15% y el 30% de su peso. Para ello, los propóleos deben mezclarse con un 70% de etanol (alcohol etílico). Después, se mantendrán en maceración durante, al menos, 7 días. Mientras dure la maceración, es importante agitar la mezcla asiduamente y pasarla por un filtro de poro fino. Superado este paso, almacenaremos la tintura de propóleos en frascos de color ámbar y la mantendremos en un lugar fresco y seco, alejado de la luz solar.


Contraindicaciones del propóleo

Por último, como sucede con cualquier producto de origen natural, es importante conocer los riesgos y contraindicaciones del propóleo antes de su consumo. La primera y más importante es la relativa a las alergias. Especialmente las de aquellas personas conocida como fiebre del heno.


Asimismo, un consumo que supere la dosis recomendada podría llegar a producirnos problemas digestivos. Esta dosis se sitúa en 5 miligramos por kilo de peso al día. Por tanto, una persona de 80 kg no debería sobrepasar nunca los 40 gramos por día. Igualmente, tampoco se aconseja su consumo continuado, debiendo hacerse periodos de descanso para garantizar un consumo seguro.


Propóleo y embarazo

En cuanto al consumo de propóleo en el embarazado, lo cierto es que no existen estudios que rechacen su consumo o que afirmen que es negativo para el feto o la madre. Sin embargo, dado que tampoco existen estudios en sentidos contrario que lo recomienden, lo aconsejable sería evitar el consumo de propóleo en el embarazado.

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