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Foeniculum vulgare o Hinojo: propiedades y beneficios

El hinojo, Foeniculum vulgare por su nombre científico, es la única especie del género Foeniculum. Su uso por parte del hombre tiene una gran historia detrás.

 

Desde tiempos de Carlomagno, el hinojo ya era utilizado como una de las grandes plantas medicinales. Este hecho es fácilmente contrastable, a diferencia de otras especies, gracias a que aparece en una de las órdenes dictadas por Carlomagno, conocida como Capitulare de villis vel curtis imperii. El contenido de esta norma no era otro que obligar a cultivar determinadas especies, entre las que se encontraba el Foeniculum.

 

Foeniculum vulgare o planta de Hinojo

El Foeniculum vulgare es una planta de tipo herbáceo o, lo que es lo mismo, un hierbajo que puede llegar a alcanzar los dos metros de altura. Sus hojas son de un verde intenso, alargadas y delgadas que contrastan con el amarillo intenso de sus flores. De forma similar a la cañaheja, el hinojo posee unas inflorescencias, en forma de umbela, compuestas cada una de ellas por unas 10 a 40 florecillas.

 

Esta especie puede darse en cualquier zona templada del mundo; sin embargo, el Foeniculum vulgare es autóctono de la zona meridional de Europa y, concretamente, la zona que es bañada por el Mar Mediterráneo. La temperatura óptima para la planta de hinojo se sitúa en torno a los 15ºC a 18ºC de media, con picos que no deben superar los 21ºC a 25ºC ni tampoco bajar por debajo de 7ºC.

 

Además, dado que no estamos ante una planta especialmente exigente con el suelo, puede crecer en casi cualquier parte. Aunque lo cierto es que prefieren suelos bien drenados, con un pH ácido de 6,5 y que cuenten con un buen aporte de materia orgánica y con elevada humedad.

 

A pesar de todo lo dicho, esto no quiere decir que el hinojo no pueda crecer en zonas con temperaturas superiores o sufrir periodos de sequía. Sólo hay que ver la cantidad de Foeniculum vulgare que crecen en los campos de la zona central de la meseta, en las Comunidades de Madrid y ambas Castillas, donde los climas pueden llegar a ser muy secos.

 

Semillas de hinojo

De la planta Foeniculum vulgare se aprovecha absolutamente todo. De hecho, las semillas de hinojo, además de jugar un papel importante en la gastronomía más exigente, son un gran aliado frente a los problemas digestivos.

 

Sus propiedades carminativas, cuyos beneficios también podemos encontrar en la melisa, nos ayuda a facilitar las digestiones evitando la producción de gases y correspondiente hinchazón. Sirve también para el tratamiento de dispepsias (episodios de gases), cólicos, trastornos espásticos del tracto gastrointestinal, flatulencias y sensación de saciedad.

 

El consumo de semillas de hinojo puede hacerse de forma sencilla masticándolas o, incluso, añadiéndolas a algunas recetas de pan o bizcocho. Gracias al aroma anisado que desprenden son un buen remedio para el mal aliento.

 

El bulbo de hinojo

foeniculum vulgare hinojo

El bulbo de hinojo puede incorporarse a los salteados de verduras o ensaladas. El hinojo nos aporta un valor energético bajo. Sin embargo, sí es rico en hidratos de carbono y fibra. Por ello, no destaca por proporcionarnos energía, pero sí vitamina B3, ácido fólico y provitamina A. También nos ofrece minerales, entre los que destaca, con bastante holgura, el potasio. 

 

El bulbo de hinojo es un sustitutivo muy saludable de la cebolla o el puerro en las comidas. Incorporarlo a tus recetas las complementará con un toque dulzón, gracias al aroma a anís que posee esta planta. Para añadirla a nuestros platos, es recomendable quedarnos únicamente con la parte tierna del bulbo de hinojo y desechar los tallos. Estos últimos podremos utilizarlos para hacer caldos o guisos y después retirarlos. 

 

Hinojo silvestre 

El hinojo silvestre no es ninguna especie distinta de esta planta. Sencillamente se conoce por este nombre a aquellas plantas de hinojo que crecen de forma silvestre en campos y zonas rurales de nuestra Península. Habitualmente destacan por encima de toda la flora de nuestros campos por sus intensas flores amarillas. No sólo eso, también embriagan el ambiente de un aroma anisado muy característico.  

 

Sin embargo, del hinojo silvestre tan sólo se aprovechan sus tallos y semillas, ya que no posee el mismo dulzor que el cultivado, que es tan apreciado en el sector culinario. 

 

Propiedades del Foeniculum vulgare 

En función de las partes del Foeniculum vulgare que consumamos, podremos obtener diferentes beneficios para nuestra salud: 

 

  • De las semillas del hinojo obtenemos un gran número de proteínas, grasa y fibras, así como de anetol, que es el principio activo del hinojo. 
  • Los tallos del hinojo suelen emplearse también para hacer infusiones que inciden directamente sobre el proceso digestivo.  
  • El bulbo del hinojo, empleado como hortaliza, nos aporta un gran número de antioxidantes. A pesar de ser cocido, el bulbo de hinojo mantiene sus propiedades antioxidantes. 
  • Por último, las hojas del hinojo contienen flavonoides. 

Pues bien, aunque algunos beneficios están más presentes en algunas partes de la planta, lo cierto es que las propiedades del hinojo son bastante extensas: 

 

  • A nivel digestivo, funciona como protector de estómago. Disminuye los episodios de flatulencias o cólicos. Además, nos ayuda con el estreñimiento. 
  • Favorece la producción de orina, por lo que es muy aconsejado para personas que sufren retención de líquidos. 
  • Gracias a que impulsa la eliminación de toxinas a través de la orina, puede ayudarnos a prevenir infecciones del tracto urinario, como la cistitis.  
  • Sus propiedades antiinflamatorias y expectorantes son muy interesantes para combatir infecciones oculares o bucales.  

Diferencias entre eneldo e hinojo 

Aunque ambas plantas pertenecen a la misma familia de las Umbelíferas, tienen ciertos rasgos distintivos. En cuanto a su origen, el eneldo es de la India e Irán, mientras que el hinojo, como ya hemos dicho, es originario de la zona mediterránea. Respecto a sus exigencias para el cultivo, el hinojo tiene unas necesidades hídricas bastante elevadas. Sin embargo, el eneldo puede crecer en condiciones realmente extremas. Por último, su aroma o sabor es muy particular. El hinojo a anís y el eneldo… A eneldo. Posee un aroma característico con un pequeño matiz cítrico. 

 

Infusión o té de hinojo 

La infusión o te de hinojo podemos elaborarla a partir de las semillas u hojas del hinojo. Para ello, debemos llenar una taza de agua y calentarla hasta que hierva. Una vez alcanzado el punto de ebullición, añadimos las semillas de hinojo. Si lo deseas, también puedes añadir las hojas secas de hinojo. Tapamos nuestra taza y esperamos durante unos 10 minutos para permitir que el Foeniculum vulgare libere todas sus propiedades. Después, colamos la mezcla y ya tendremos lista nuestra infusión de hinojo.  

 

Si quieres mejorar todavía más tu té de hinojo te recomendamos añadir a la mezcla algunas raíces y hojas de diente de león. 

 

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