planta ortigas

¿Para qué sirve la ortiga? Propiedades y beneficios

La ortiga es una planta perteneciente al género Urtica y, concretamente, a la familia de las urticáceas. Todas las especies que componen esta familia están caracterizadas por la presencia de unos pelos urticantes en su superficie que segregan una solución alcalina que produce inflamación y escozor en la piel. De hecho, su denominación, que proviene del latín “urtica”, ha servido para nombrar a dicho género y a los efectos que produce como “urticaria”.

 

Propiedades de la ortiga

Aunque es considerada una mala hierba, la ortiga es una de las plantas con más aplicaciones medicinales que existen. Para conocer mejor las propiedades de la ortiga debemos partir de su composición:

 

  • Clorofila
  • Flavonoides
  • Taninos
  • Ácidos orgánicos como el ácido acético, el ácido cítrico y el ácido butírico
  • Sales minerales como el hierro, azufre, manganeso y el potasio
  • Carotenos
  • Histamina y acetilcolina
  • Vitaminas A, B2, K1 y ácido fólico.

Beneficios de la ortiga para las personas

Respecto a los beneficios de la ortiga sobre las personas, la lista es realmente extensa. La planta de la ortiga posee propiedades digestivas gracias a la hormona secretina que estimula la secreción de sustancias estomacales, del páncreas y la bilis. Además, incrementa las contracciones peristálticas del intestino.

 

La ortiga tiene funciones diuréticas, gracias en parte a la presencia de clorofila y los ácidos orgánicos señalados. Por otra parte, gracias a la presencia de hierro en su composición, ayuda a prevenir la anemia, favoreciendo además la producción de glóbulos rojos. Su impacto en la sangre va todavía mucho más allá ya que también ayuda a reducir el nivel de azúcar en sangre y a controlar la presión arterial alta. Gracias a su marcada función antiinflamatoria, la ortiga beneficia directamente a nuestras articulaciones suprimiendo varias citocinas.

 

Por último, la ortiga cuenta con un gran impacto positivo en nuestra piel y cabello. Esto se debe a que tiene funciones antibacterianas y antioxidantes, que ayudan a la cicatrización. 

 

Por ello, es muy recomendable para tratar problemas y trastornos de la piel, tales como eccema, psoriasis o, incluso, el acné. Esta capacidad la comparte con otras especies como, por ejemplo, la hiedra.

 

Usos de la ortiga para las personas

té de ortigas

Ahora que conocemos qué propiedades tiene la ortiga para la salud, es casi tan importante saber cómo aprovecharlas al máximo. Una de las formas más comunes de consumo es el té de ortiga o infusión de ortiga. Para su elaboración, podremos hacerlo bien con las hojas de ortiga seca o frescas, según más nos guste. Lo que sí puede marcar la diferencia es el empleo de las hojas superiores de la planta, ya que, de lo contrario, el sabor de la infusión de ortiga será demasiado amargo.

 

Para aprovechar las propiedades de la ortiga sobre nuestro cabello, existen multitud de champús de ortiga. Gracias a las propiedades seborreductoras de las raíces de la ortiga blanca, este tipo de champú es perfecto para combatir el cabello graso.

 

Beneficios de la ortiga para las abejas

La ortiga tiene un alto contenido en ácido fórmico, que suele ser un compuesto presente en colmenas fuertes. Recordemos que este ácido es un potente insecticida contra la varroa, entre otras patologías.

 

El momento idóneo para su aplicación en la colmena es al final de la temporada, justo antes del comienzo de la llamada invernada. Cuando las temperaturas se desploman, se produce una reducción importante de la población de nuestras colmenas, lo que hace que debamos reforzar todo lo que podamos las barreras protectoras naturales de nuestro apiario. Aquí es donde entra en juego la llamada harina de ortiga, que no es otra cosa que el resultado de secar las hojas de la ortiga para su posterior aplicación.

 

¿Cómo se hace la harina de ortiga?

Comenzaremos por recolectar las plantas de ortiga, ya maduras con raíz incluida. Después, se lavan y eliminan las raíces y se secan los brotes. Esto podremos hacerlo de dos maneras: o bien en el horno o bien dejándolas en una zona seca y limpia sin que reciba sol directo. El momento idóneo será cuando las hojas estén quebradizas. Tras esto, trituramos las hojas hasta lograr la textura de la harina. Por último, añadiremos la misma proporción de azúcar glass y lo colocaremos en el interior de la colmena.

 

Otra aplicación es posible con la harina de ortiga y miel. Cosechada la ortiga madura, la debemos hervir durante 15 minutos en medio litro de agua. Cuando la solución esté templada, mezclaremos con 1 kilo de miel y removeremos hasta obtener una mezcla homogénea. El fuerte olor a ácido fórmico, sustancia que contiene el veneno de la abeja, repele la llegada de avispas que perciben una colmena fuerte, evitando el pillaje.

 

Beneficios de la ortiga para las plantas

Las propiedades de la ortiga no sólo se reducen a la salud de las personas o a la apicultura, también juegan un papel importante para otras plantas. Debido a que estamos ante un bioestimulante natural, que además posee ciertas sustancias de vital importancia para las plantas, es muy utilizada en agricultora, huertos y jardinería. La ortiga es rica en calcio, potasio y nitrógeno, compuestos de rápida absorción por las plantas. Y no solo eso, también es un estupendo repelente para pulgones, moscas blancas, hongos, etc.

 

Purín de ortigas

La mejor forma de aplicarlo a nuestras cosechas la obtenemos con el conocido purín de ortigas. Su elaboración es de lo más sencilla, aunque su olor puede llegar a ser realmente incómodo:

 

  • Recolectamos la planta de ortiga madura, justo antes de que florezca, lo que ocurre a partir del mes de junio.
  • Cosecharemos 1 kg de ortigas, sin contar las raíces.
  • Colocamos las ortigas en un capazo y añadimos 10 litros de agua. Es importante que las ortigas se queden sumergidas. Para ello, podemos ayudarnos de algún objeto pesado como un ladrillo o piedra.
  • Dejamos macerar las plantas durante al menos 15 días, procurando remover la mezcla cada 1 o 2 días.
  • Pasado este tiempo, el agua se volverá de color oscuro y desprenderá un olor bastante desagradable debido a la fermentación. Esto significa que la mezcla va por buen camino.
  • El purín estará listo cuando no se liberen burbujas a la superficie, sinónimo de que la fermentación ha terminado, y haya una película cubriéndolo.
  • Por último, filtramos el líquido para quitar los restos de hojas y lo embotellamos.

La mejor forma de emplearlo es mediante aplicación foliar y en días nublados, para evitar que pueda evaporarse antes de ser asimilado por la planta.

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